jueves, 10 de noviembre de 2011

Agua: Elemento vital

El agua constituye entre el 50 y el 90% de todos los organismos vivos. Es un recurso natural renovable necesario para el desarrollo de la vida.
El agua es un líquido incoloro, inodoro e insípido. Está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Su punto de congelación es de 0°C y el de ebullición es de 100°C. Alcanza su densidad máxima a una temperatura de 4°C y se expande al congelarse. Se la denomina el "disolvente universal" porque todas las sustancias son, de alguna forma, solubles en ella.

El cuerpo humano está contituido por un 70% de agua, en virtud del cual, el 50% se encuentra dentro de las células, el 15% fluye entre ellas y el 5% está en la sangre.

Es un recurso esencial para el desarrollo económico del hombre porque interviene en la agricultura, la ganadería, la industria y los servicios. Se utiliza para consumo doméstico, como fuente de energía, para uso recreativo y como medio de transporte.

Ciclo del agua:
El agua es un elemento de la naturaleza que se encuentra en continuo movimiento y en distintos estados: sólido, líquido o gaseoso. La nieve, el hielo o granizo, es agua en estado sólido. La humedad del ambiente o el vapor producido por el sol o el calor, es agua en estado gaseoso. Y el agua en estado líquido se encuentra en mares, ríos y lagos.

El ciclo hidrológico es la sucesión de fases por las que pasa el agua en su movimiento de la atmósfera a la Tierra y en su retorno a la misma. Se inicia cuando el sol calienta el agua de mares y océanos y se produce la evaporación del agua y desde la tierra asciende hacia la atmósfera.

En la medida que el vapor de agua se aleja de la superficie baja su temperatura y a través de un fenómeno llamado condensación se transforma en agua. Las gotas se juntan y forman las nubes que transportan el agua, para luego caer en forma de lluvia o precipitaciones.

Al pasar del estado gaseoso al líquido, el agua nuevamente llega a la tierra y es en parte utilizada por el hombre, tomada por los animales y las plantas; otra parte se escurrirá por el terreno hasta llegar a un río, un lago o el océano y otra porción se filtrará del suelo formando, en un proceso que puede durar centurias, capas de agua subterráneas que naturalmente se potabiliza.

Por esta capacidad que tiene el agua de moverse y regenerarse a sí misma se la considera un recurso natural renovable. Pero dejaría de serlo si se rompe el equilibrio ecológico por los cambios profundos que genera la contaminación.

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